domingo, 7 de mayo de 2017

Crónica Bmx



Para llegar a la pista de Bmx, camine cerca de cinco minutos por una pequeña carretera doble carril de concreto un poco deteriorada, hasta llegar a un punto donde hay un pequeño camino de tierra a causa del constante paso de las personas y porque ha sido el escenario de varias carreras de Downhill, este está  rodeado de variados tipos de árboles. Después de caminar 10 minutos al fin pude ver la pista.

El escenario deportivo a la izquierda está rodeado por una malla metálica de aproximadamente 90 cm de altura, 100 metros de extensión, hay 55 troncos de madera cada 100 cm que se encargan de evitar que la malla se caiga, la malla evita que las personas ingresen a la pista. Al llegar a la pista hable 5 minutos con Velásquez, al hacer esto me di cuenta que él no debía ser personaje principal porque aunque practicaba este deporte no era alguien que sobresaliera en él.

Decidí hablar con el entrenador del equipo Alberto López Ríos que se encontraba en partidor de la pista, un personaje que no sobrepasa los 30 años, usa tenis sin cordones de color azul, una pantaloneta café que le llega hasta la rodilla, tiene una barba bastante tupida y gafas estilo hipster. Hablamos 22 minutos en los cuales me explico muchos aspectos que no conocía sobre el Bmx, la pista de la ciudad, el equipo, su labor, su experiencia, y sobre algo que me parece muy importante mencionar, se trata de que muchos deportistas cuando están entre los 15 y 20 dejan de lado el Bmx y esto no solo sucede en este deporte sino también en fútbol, voleibol, atletismo, basquetbol y muchos otros.

Casualmente durante el dialogo, en las gradas de cinco escalones que hay a la derecha de la pista algo deterioradas por la exposición a la lluvia, había un hombre sentado en 4 escalón observando la práctica, vestía unos mochos Adidas de color negro, unos tenis de esa misma marca, pero de color verde oscuro, y una camisa blanco y tenía pelo corto ondulado. Me dirigí hacia él, comencé a hablar con él, descubrí que tenía 28 años. “Parcero yo corrí en esta pista muchas veces y pude ganar muchas carreras aquí y en otras ciudades” asegura Diego López Gutiérrez un poco decepcionado, se manda la mano al mentón como si estuviera recordando algo y queda en silencio cerca de 10 segundos. 

Este personaje desde los 7 años comenzó a practicar este deporte, a sus 16 años parecía ser una promesa, de hecho así lo cuenta, “de 10 carreras en las que competía ganaba 9” manifiesta López Gutiérrez, ganó carreras en Pereira, Armenia, Santa Rosa, Cali, Cartago y Manizales. Él era una persona que también sabía lo importante que era estudiar, por eso empezó a estudiar Derecho. Cuando estaba en quinto semestre a los 19 años su padre quedó desempleado, esto durante los primeros 3 meses no le afecto, pero un día su padre explicó que la plata no le alcanzaba para pagarle la universidad y los viajes y el equipo que tenía que tener para poder practicar este deporte, entonces debía elegir uno de los dos.

Después de pensarlo una semana, tomó la decisión que muchos también hubiéramos tomado… Escogió seguir estudiando y posponer su sueño de ser el número uno en el país, a medida que avanzaba en su carrera más difícil le quedaba regresar a entrenar. Terminó su carrera a los 23 años, por cuestiones laborales se trasladó a la ciudad de Medellín, donde lleva 5 años viviendo, cuando cuenta lo sucedido su tono de voz es bajo, al parecer arrepentido de la decisión que tomó.

Observa con detenimiento como los 27 alumnos que están entrenando, pasan el morro doble al inicio de la pista, después la meseta step, la meseta doble, la manera como toman los peraltes (las curvas), la manera como pasan la sección rítmica, Cuando ve que alguno de ellos comete algún error al pasar los morros, el modo como saltan, la forma de tomar las curvas, se nota en su rostro un claro gesto de desaprobación.

Cada vez que viene a la ciudad, la pista es el lugar que siempre acude a visitar, de las cerca de 20 veces que ha regresado a la ciudad, no se ha ido ninguna de ellas sin estar aunque sea 10 minutos en la pista, recuerda con una sonrisa difícil de ocultar, que en cada carrera la adrenalina recorría todo su cuerpo, los 39 segundos que en promedio duran las carreras sentía que el corazón se le iba a explotar, segundos antes de empezar cada competencia las ansias se apoderaban de su mente, en lo único que pensaba era salir de primero, “Salir de primero es tener el 50% de la carrera ganada” puntualiza López Gutiérrez.   

Casos como este se dan mucho, como lo expone el López Ríos “Muchos pelados se retiran por falta de apoyo, este deporte la verdad es un poquito costoso”. Para poder ir a un nacional se necesitan al menos 500 mil pesos, pero es cada mes y medio, además de esto el equipo está corriendo la copa CBO que se realiza ocho días antes de los nacionales, “aunque esta es más barata, el bolsillo no da para tanto” resalta el Entrenador.


Se acercaban las 4:30 pm y López Gutiérrez se alistaba para irse a donde sus padres para despedirse, puesto que en horas de la noche viajaría hacia Medellín, la última pregunta fue la misma que le hice al Entrenador, “¿Cuál es el mayor logro para alguien que practica Bmx puede obtener?”, los dos coincidieron en que ganar la medalla de oro en los olímpicos era mayor logro, era todo.

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