Para llegar a la pista de Bmx,
camine cerca de cinco minutos por una pequeña carretera doble carril de
concreto un poco deteriorada, hasta llegar a un punto donde hay un pequeño
camino de tierra a causa del constante paso de las personas y porque ha sido el
escenario de varias carreras de Downhill, este está rodeado de variados tipos de árboles. Después
de caminar 10 minutos al fin pude ver la pista.
El escenario deportivo a la
izquierda está rodeado por una malla metálica de aproximadamente 90 cm de
altura, 100 metros de extensión, hay 55 troncos de madera cada 100 cm que se
encargan de evitar que la malla se caiga, la malla evita que las personas
ingresen a la pista. Al llegar a la pista hable 5 minutos con Velásquez, al
hacer esto me di cuenta que él no debía ser personaje principal porque aunque
practicaba este deporte no era alguien que sobresaliera en él.
Decidí hablar con el
entrenador del equipo Alberto López Ríos que se encontraba en partidor de la
pista, un personaje que no sobrepasa los 30 años, usa tenis sin cordones de
color azul, una pantaloneta café que le llega hasta la rodilla, tiene una barba
bastante tupida y gafas estilo hipster. Hablamos 22 minutos en los cuales me
explico muchos aspectos que no conocía sobre el Bmx, la pista de la ciudad, el
equipo, su labor, su experiencia, y sobre algo que me parece muy importante
mencionar, se trata de que muchos deportistas cuando están entre los 15 y 20
dejan de lado el Bmx y esto no solo sucede en este deporte sino también en
fútbol, voleibol, atletismo, basquetbol y muchos otros.
Casualmente durante el
dialogo, en las gradas de cinco escalones que hay a la derecha de la pista algo
deterioradas por la exposición a la lluvia, había un hombre sentado en 4
escalón observando la práctica, vestía unos mochos Adidas de color negro, unos
tenis de esa misma marca, pero de color verde oscuro, y una camisa blanco y
tenía pelo corto ondulado. Me dirigí hacia él, comencé a hablar con él,
descubrí que tenía 28 años. “Parcero yo corrí en esta pista muchas veces y pude
ganar muchas carreras aquí y en otras ciudades” asegura Diego López Gutiérrez
un poco decepcionado, se manda la mano al mentón como si estuviera recordando
algo y queda en silencio cerca de 10 segundos.
Este personaje desde los 7
años comenzó a practicar este deporte, a sus 16 años parecía ser una promesa,
de hecho así lo cuenta, “de 10 carreras en las que competía ganaba 9”
manifiesta López Gutiérrez, ganó carreras en Pereira, Armenia, Santa Rosa,
Cali, Cartago y Manizales. Él era una persona que también sabía lo importante
que era estudiar, por eso empezó a estudiar Derecho. Cuando estaba en quinto
semestre a los 19 años su padre quedó desempleado, esto durante los primeros 3
meses no le afecto, pero un día su padre explicó que la plata no le alcanzaba
para pagarle la universidad y los viajes y el equipo que tenía que tener para
poder practicar este deporte, entonces debía elegir uno de los dos.
Después de pensarlo una
semana, tomó la decisión que muchos también hubiéramos tomado… Escogió seguir
estudiando y posponer su sueño de ser el número uno en el país, a medida que
avanzaba en su carrera más difícil le quedaba regresar a entrenar. Terminó su
carrera a los 23 años, por cuestiones laborales se trasladó a la ciudad de
Medellín, donde lleva 5 años viviendo, cuando cuenta lo sucedido su tono de voz
es bajo, al parecer arrepentido de la decisión que tomó.
Observa con detenimiento como
los 27 alumnos que están entrenando, pasan el morro doble al inicio de la
pista, después la meseta step, la meseta doble, la manera como toman los
peraltes (las curvas), la manera como pasan la sección rítmica, Cuando ve que
alguno de ellos comete algún error al pasar los morros, el modo como saltan, la
forma de tomar las curvas, se nota en su rostro un claro gesto de
desaprobación.
Cada vez que viene a la
ciudad, la pista es el lugar que siempre acude a visitar, de las cerca de 20
veces que ha regresado a la ciudad, no se ha ido ninguna de ellas sin estar
aunque sea 10 minutos en la pista, recuerda con una sonrisa difícil de ocultar,
que en cada carrera la adrenalina recorría todo su cuerpo, los 39 segundos que
en promedio duran las carreras sentía que el corazón se le iba a explotar,
segundos antes de empezar cada competencia las ansias se apoderaban de su
mente, en lo único que pensaba era salir de primero, “Salir de primero es tener
el 50% de la carrera ganada” puntualiza López Gutiérrez.
Casos como este se dan mucho,
como lo expone el López Ríos “Muchos pelados se retiran por falta de apoyo,
este deporte la verdad es un poquito costoso”. Para poder ir a un nacional se
necesitan al menos 500 mil pesos, pero es cada mes y medio, además de esto el
equipo está corriendo la copa CBO que se realiza ocho días antes de los
nacionales, “aunque esta es más barata, el bolsillo no da para tanto” resalta
el Entrenador.
Se acercaban las 4:30 pm y
López Gutiérrez se alistaba para irse a donde sus padres para despedirse,
puesto que en horas de la noche viajaría hacia Medellín, la última pregunta fue
la misma que le hice al Entrenador, “¿Cuál es el mayor logro para alguien que
practica Bmx puede obtener?”, los dos coincidieron en que ganar la medalla de
oro en los olímpicos era mayor logro, era todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario